martes, 5 de febrero de 2013

Carreras ilegales

Nada más abrir la puerta principal, Alex cogió aire muy fuerte, para luego expulsarlo lentamente. Estaba saboreando el aire fresco.
Aunque bueno. Aire fresco no era precisamente. El aire de la ciudad está realmente contaminado.
Aunque conparado con el aire de su oficina. Si, se le puede llamar aire fresco.
Cruzó para meterse en el aparcamiento que había justo en frente. Metió su maleta y la chaqueta de su traje en la parte trasera de su coche.
Salió a toda velocidad de aquel aparcamiento y se fué a las afueras. Allí habia quedado con su amigo y con otro grupo que, según decía Alex, eran "un criajos de poca monta que se van de buenos cuando no valen nada. Todo lo que tienen es por el dinero de papá. Y eso no les ayuda en nada".
Tenian organizada una pequeña carrera, ilegal, como casi todas. Pero era la mejor manera de ganar dinero.
-¿Que tal, Alex? Ya pensabamos que no ibas a venir.
Su amigo, Stefano, llevaba la competición en las venas. Su padre, su tío, su abuelo... Todos eran corredores. Y el no se iba a quedar atras.
-¿Alguna vez me he echado atras, Stefano? Sabes que no. Además, le tengo muchas ganas a esos M3 de esos criajos. ¿Tu no?
-La verdad es que si. Yo me pido el rojo.
-No hay problema. Para ti. A mi me gusta más el negro.
Los dos chicos de los M3 se acercaron a ellos. No parecian Italianos. Como ellos. Iban demasiado pijos.
-Inglesitos, ¿preparados para morder el polvo?
-Eso lo tendríamos que preguntar nosotros.
Ambos jovenes se rieron. Con ganas y mirandose el uno al otro. ¡Ni que fueran a ganarle esos pijos de poca monta!
Sus carcajadas se detuvieron en el momento en que que apareció un pequeño porche amarillo y de el salierón dos chicas morenas muy guapas.
-Que, vais a empezar ya o me largo. -Dijo una de ellas.
Los ingleses la miraron con cara de asco. Los otros dos saludaron a su amiga.
-Bien, recordar. Salis de aqui cuando yo tire el pañuelo. Dais la vuelta en la rotonda, volveis y sale el segundo conductor. Sobre todo. ¡El segundo no puede salir sin que primero alla llegado el compañero! ¿Entendido?
Todos asintieron.
Se metieron en sus respectivos coches y se situaron.
-Esto va a ser interesante... -Decía Alex.
Justo en ese momento, la chica tiró el pañuelo y uno de los ingleses y Stefano arrancaron a la vez.
Empezó mejor su amigo, aunque igualmenfe estaba muy ceñida la carrera. Adelantaba uno y adelantaba el otro. Llegaron a la rotonda. Ambos por la derecha. Pero el ingles, dió un volantazo y Stefano se salió de la pista.
Ambos Italianos empezaron a decir obscenidades. Y como no. Aquellos ingleses hacían trampas. Y Alex se lo haría pagar. Fuese dentro o fuera de la pista.
El italiano llegó, por lo que el otro también salió.
-Vamos Stefano... Vamos....
Cuando al fin llegó Stefano, Alex salió como alma que lleva el diablo. Iban en desventaja, y no quería perder su Subaru. ¡Ni en broma!
El italiano dió la curva, pero no contaba con que Alex, se le pusiese delante por sorpresa cuando ya enfilara la recta.
Dió un volantazo que Alex aprobechó para igualarlo. Ambos iban muy a la par. Y justo antes de llegar, Alex activó el Nitro.
-¡Hijos de puta!
-Dejate de tonterías, vamos. Dame los papeles del coche. ¡Ese rojo ahora es mio!
Cuando Alex bajó del coche abrazó a su amigo y se pusieron a saltar.
-Grande, Alex. ¡Eres grande!

2 comentarios:

  1. Guau que adrenalina, apenas podía parar de leer! Me ha gustado un montón este relato rollo tengo ganas de ti :) Un beso Ines!

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  2. Me inspiré también en las películas de Fast & Furious xD

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