martes, 26 de marzo de 2013

Heartbreaker

Llorar en la cama como un tonto, por que eso es lo que e sido. Un tonto, un ciego, alguien que no quiso ver lo que pasaba ante sus ojos. Un tonto al que le han roto el corazón.
Me avisaron, me dijeron una y otra vez que era una rompe corazones, pero no quise escuchar nunca. El amor me cegó la razón.
¿Y ahora que? Ahora trato de seguir en pie sobre las tablas de nuestra función. Miro el CD que ella me regaló y suelto una pequeña lágrima. Eran nuestras canciones.

No puedo describirte, 
no puedo siquiera nombrarte. 
Sólo son líneas que caen sobre el papel 
intentando dibujarte. 


Y más y más lágrimas. No puedo más. Me siento en el cementerio de la soledad.
Apago el reproductor bruscamente y salgo a la calle cabreado. Tengo que hablar con ella. Necesito hablar con ella más bien. Porque... cual fue el error de los últimos besos? Arranco y voy camino a su casa. A su nueva casa. A la casa de su nuevo novio. O más bien, de su nueva víctima. 
¡SI NI SIQUIERA HACE DOS SEMANAS QUE ROMPIMOS!
Estoy cabreado, mucho. La odiara con toda mi alma, pero la quiero. Empiezo a tener recuerdos mientras voy en su busca, cabreado, conduciendo cada vez más y más rápido. Aquel día que fuimos a la playa, aquel chaparrón en París en un día de mayo, cuando te dije que te quería conmigo toda la vida...
Pero de pronto todos mis pensamientos se sumieron en una profunda oscuridad. Cuando recuperé la consciensciencia reparé que mientras pensaba en ella, me olvidé de todo, cuando vi aquella curva ya era demasiado tarde. Iba a 120 y ya me era imposible frenar a tiempo. Con todas esas, clavé los frenos y giré en un intento de salvar la situación. Lo único que conseguí fué dar un par de vueltas de campana y acabar en medio de la nada boca abajo. Así que en el silencio de esta ciudad empezaron a sonar sirenas, no podía ver nada. Me dolía todo el cuerpo y la sangre se me subía a la cabeza. Tenía una pequeña brecha en la frente y la sangre me manchaba todo el pelo. Solo sentía que quería volver. Pero ya no para suplicar que vuelvas, ahora me doy cuenta de que es mejor así. Si no para luchar por una nueva vida. Ahora me doy cuenta de que lo nuestro ya se fue y de que no va a volver. 
Una voz, una dulce voz me acaricia la mano y me anima a luchar por vivir, "Eres demasiado guapo para morir". Me rio e intento abrir los ojos, pero el reir hace que me duela el pecho.
-No te rias, rubiales. Vamos a sacarte de aquí, abre los ojos anda.
Abro los ojos poco a poco, empieza a entrar algo de luz entre ellos y la puedo ver, es de pelo castaño, corto y aplastado ligeramente por la gorra... de policía. Pero es guapa, tiene los labios voluminosos y unos ojos castaño-dorados, bajo ellos hay unas pequeñas pecas. 
En ese momento siento que todo vuelve a renacer en mi interior, esos sentimientos que estaban llenos de dolor vuelven a revivir y de una manera tan pura y buena que me emociono. 





Antes de nada, quería explicar el significado de las frases y palabras que están en cursiva. No se si much@s conoceréis al grupo "Auryn", una banda española. 
Pues bien, hoy salía a la venta su segundo CD "Anti-Heroes", y quería hacerles una especie de homenaje, ya que es una de las bandas del momento que más me gustan.
Un besazo a tod@s, os espero de vuelta!

martes, 19 de marzo de 2013

Tu mayor tesoro.

Esperas impaciente. Ellas te dijeron que pronto lo ibas a ver. Estás cansada, tienes sueño. Pero eso no te va a quitar las ganas que tienes de verlo. Esperas impaciente. Estás es ascuas. Deseas a toda costa saber como es.
Escuchas a unas chicas fuera, una de ellas tiene un bebé en brazos y llora feliz, las otras deben de ser sus amigas que la fueron a ver. 
Pasan los minutos y tú aun no tienes noticias. Te empiezas a desesperar. Tu madre te aprieta la mano intentando tranquilizarte, pero poco consigue. 
Te muerdes el labio y te pones más nerviosa. "¿Donde está?" Te preguntas una y otra vez. 
En ese momento, de lo único que tienes ganas es de echarte a correr para buscarlo, encontrarlo, abrazarlo, darle miles de besos. Cuidarlo y no soltarlo nunca. 
Piensas en lo que será en unos años. Verlo con sus amigos, sonriendo. Caminando con una sonrisa dibujada en su dulce carita. 
Una mujer joven vestida de blanco te hace un gesto con la mano abierta a la vez que vocaliza un "cinco" inaudible. 
Cinco minutos. Cinco minutos es lo que queda. Nervios. Casi tiemblas de los nervios. Miras el reloj, no ha pasado ni medio minuto. El tiempo parece eternizarse. Parece volverse a cada momento más y más lento. Como si alguien se aburriese y estuviese jugando a manipular el tiempo.
De pronto, una enfermera entra por la puerta con un bebé en brazos. Tus ojos se anegan de lagrimas y empiezas a llorar emocionada. Lo coges con cuidado en brazos y le das un dulce beso en la frente a la vez que lo pegas a tu cuerpo. 
"Que por nada del mundo alguien le haga daño, o lo mato". Piensas.
Y es que es tu hijo. Tu mayor tesoro.

lunes, 18 de marzo de 2013

Lorenzo y Jason. 5. El mal tiene muchas caras.

-Ven, pequeña, ven. No te voy a hacer daño.
Ambos sabían que aquello era una gran mentira, pero con todas esas, la joven se acercó al hombre. La agarró por el mentón e hizo que lo mirase a los ojos.
-Así me gusta pequeña, que seas obediente.
Los grandes ojos rojos del hombre le daban asco, repugnancia, se le revolvían las entrañas. Pero ese hombre era más fuerte que ella.
-¿Que quieres de mi?
El hombre se rió con ganas, y con un simple movimiento de muñeca, la tiró al suelo dejándola tumbada mirando cara él. Se arrodilló a su lado y la miró amenazadoramente.
-Te voy a dar varias reglas que debes de seguir. La primera, me obedecerás a todo lo que te ordene. Sin rechistar ni intentar evitarlo. La segunda, no preguntes si no te doy permiso para ello. Te cortaré la lengua. La tercera. No intentes nada extraño. O te mato. ¿Te ha quedado clarito?
La joven asintió con la cabeza, asustada.
-Ahora, vete a tu habitación. ¡YA!
La chica salió corriendo e hizo lo que el hombre le mandaba. No lo quería obedecer, pero no le quedaba otra. Tenía que hacerlo o morir. Se arrinconó en una esquina de la habitación y se puso a llorar. La verdad es que quizás la muerte no era tan mala. Después de tantos siglos viviendo la vida ya era bastante aburrida.
"¿Por qué salí a escondidas de casa de James?, ¿Por qué no me quedé como me dijo él?" Se repetía la joven una y otra vez.

La vio salir del salón como alma que lleva el diablo, pero teniendo en cuenta en la compañía en la que estaba, casi se podría decir que estaba escapando del mismísimo Satán.
El sonreía, le hacía gracia lo asustada que estaba la joven. Y a la vez, le encanta. Es muy guapa. Muy mona. Esos rizos pelirrojos y esas pecas le quedan muy bien. Pero es un simple pasatiempo.
Por ahora no le apetece hacer nada. Esperará unos días a que le apetezca mucho más. Mientras, tiene que pensar de que forma la matará.